Todo lo que imaginamos que puede llegar a ser, ya es. Lo que sucede es que no queremos creérnoslo.
“El Pez y el Mono”
Qué diferencia lo ya materializado de lo que todavía no lo es? Simplemente lo tangible, lo que se ve o se toca. Por que vivimos en un sistema que nos ha acostumbrado a que todo lo que hay fuera de eso no vale, y somos escépticos. Lo que todavía no está materializado es vibración mágica y abstracta, pero es. Y tiene la potencia de poder llegar a ser en el plano terrenal también, si movemos las piezas exactas, y esperamos el tiempo oportuno. No se trata de chascar los dedos o frotar la lámpara, no..
Una vez una gran persona de la que he aprendido mucho me dijo: “el pez no sabe que el mono existe, aunque quizá el mono sí que sepa que existe el pez, ¿quién lo sabe?”. Eso me hizo reflexionar. A veces vamos por la vida como el pez, negando la existencia del mono, sin ver más allá de lo que hay en el río, por que salir del río, es peligroso. Sin embargo sí que hubo peces que decidieron salir del agua, y entonces acabaron siendo monos. Pero también podemos ir por la vida como el mono, sin entrar en el río, pero con la capacidad de hacerlo si quisiéramos. Esto no está definido, somos nosotros los que lo elegimos. Podemos elegir nuestro propio posicionamiento en el mundo, pero nadie nos lo ha dicho antes, y creemos que lo que nos ha tocado originalmente, no puede cambiarse. Sin embargo hay infinitas posibilidades.
Soñamos mucho, nos imaginamos mucho y esperamos mucho, pero no le damos valor a esa dimensión abstracta. Dejamos que la vibración en miedo y escepticismo nos aparte de la esencia que traemos dentro y de sus intenciones. Entonces le damos más importancia a los límites de nuestros propios sueños, pero yo me pregunto, ¿Si no creemos en el sueño porque todavía no existe, porqué sí creemos que no puede realizarse? Ahí está la trampa que no somos capaces de ver. Esa es la dificultad que estamos predestinados a superar. Por que realmente todo lo que soñamos, ya es. Y tomar decisiones para poder materializarlo no es fácil, pero se puede, todo depende de uno.
Me pregunto en cuántos ríos habré nadado como pez y cuántos habré atravesado como mono. Pero realmente eso tampoco importa demasiado, pues esos ríos me han traído a dónde estoy hoy. La pregunta que quiero hacerme hoy es
¿Hoy me he despertado como pez que se queda en el agua, como pez que sale del agua, como mono que podría entrar en el agua o como mono que nada en el agua?
Olalla Iglesias,