El término “Terapia Holística” hace pocos años que se utiliza más comúnmente. Pongamos que unos diez, o poco más. Al principio no se entendía muy bien de qué iba este tipo de Terapia. Pero, por suerte, cada vez somos más quienes la practicamos y el término sigue expandiéndose.
¿Qué es una Terapia Holística ?
Una Terapia Holística es aquella que trata el síntoma desde tres puntos de vista diferentes: el físico, el mental-emocional y el energético.
Cuando una persona entra en mi consulta, debo estar preparada para indagar en estos tres campos. Puede que en un principio solo se vea una dolencia física, pero, cuando empezamos a investigar sobre lo que está pasando, nos damos cuenta de que hay un bloqueo energético, o mental. Sabemos que cuando uno de los tres campos está bloqueado, afecta a los demás en una u otra forma. Por ejemplo, puedo tener un enorme dolor de cabeza y eso no tiene porque significar que me ocurra algo a nivel físico. Tal vez lleve unos días demasiado estresada y esa hiperactividad esté provocando que mi energía Yang suba hacia arriba y se bloquee, dando lugar al dolor.
A nivel personal, estas son las herramientas que utilizo en cada campo:
- Energético: Acupuntura y Moxibustión. Reiki. Kinesiología.
- Mental: Psicología para la Autorrealización. Terapia floral. Kinesiología.
- Físico: Quiromasaje. Masaje sensitivo energético. Masaje fascial. Kiesiología.
Cada Terapeuta va a tener sus propias herramientas de trabajo. Aunque hayan surgido luego escuelas que enseñan a como serlo, quienes formamos parte del grupo de pioneras/os sabemos que es imprescindible tener un amplio abanico en diversas formaciones. Así, hemos asumido la responsabilidad de estudiar mucho para poder ayudar en cualquier caso. Luego, en la práctica, nos convertimos en acompañantes, no en sanadoras/es. Somos la guía con la cual la persona que acude a la consulta intenta encontrar la solución a sus problemas. Y para ello, la primera pauta es que se autorresponsabilice de su propia sanación. Este es el momento en el cual llega la gran pregunta:
¿Porqué crees que te está pasando esto?
Con esta, el/la paciente abre la puerta conductora hacia el interior. Debe de ser capaz de mirar hacia dentro con honestidad. Porque para que llegue la sanación probablemente hay que cambiar pautas, sentires, maneras, … Y para ello es necesario ser muy valiente.
Paso a paso vamos sanando capas, descubriendo las directrices del camino de sanación. Teniendo siempre mucha esperanza, sintiendo mucho amor. Sin perder la confianza en la propia capacidad del cuerpo para reequilibrarse. Porque, al fin y al cabo, la enfermedad es un “estado adaptativo de salud” que necesita el cuerpo por un tiempo para volver a encontrar su equilibrio.
Hago incapié en la importancia del autocuidado y la prevención. Es imprescindible estar en conexión continua con estas tres partes que nos componen, la física, la mental y la energética. Escuchar cuando algún alimento no cae bien, cuando un lugar da repelús, gana demasiadas veces la tristeza o la energía de alguien altera demasiado. Son maneras de autocuidarnos, practicando la autosinceridad.
Esto también nos va ayudar, ya que si lo vemos antes de que ocurra, podremos evitar futuros malestares.
Y claro, dicho sea de paso, algunas sesiones preventivas con Acupuntura o Masaje Energético siempre van a venir de perlas.
Actualmente ya hay países en los que se dan la mano la Medicina Alopática y la Terapia Holística. Es fantástico que se pueda visitar al médico de cabecera y prevenir con algunas sesiones paralelas. Hay estudios que demuestran la importancia de llevar a cabo caminos conjuntos, por ejemplo, en enfermedades graves o en la recuperación después de un largo estadío de diferentes síntomas.
Esperemos que paso a paso se vaya reconociendo nuestra labor como parte importante en la evolución de las diferentes alternativas medicinales. Ninguna es mejor que otra, son diferentes formas de llegar al mismo lugar: ayudar a la persona que viene a consulta y está dispuesta a reencontrar su propio equilibrio.